Es un trastorno del estado de ánimo, en el que los pacientes presentan ciclos alternantes de elevación o exaltación (manía o hipomanía) o de apagamiento o depresión. Para el diagnóstico, el paciente debe haber presentado al menos un episodio de exaltación del ánimo.
Los episodios depresivos son muy similares a los del trastorno depresivo mayor (depresión clásica), aunque los episodios depresivos bipolares son más peligrosos pues tienden a ocurrir en sujetos más jóvenes y se asocian con una mayor tasa de suicidios.
Un paciente puede presentar varios episodios depresivos antes de un primer episodio maníaco o hipomaníaco, por lo que el diagnóstico correcto puede escapar a un médico no especialista, lo que es particularmente delicado por la tendencia a prescribir antidepresivos, lo que es muy peligroso en la depresión bipolar ya que su uso puede desestabilizar y empeorar el cuadro, ocasionando un episodio mixto o el desarrollo de ciclos rápidos, que incrementan el riesgo de complicaciones, incluyendo el suicidio. En estos casos se indica el uso de los estabilizadores del estado de ánimo.
Durante el episodio maniaco, el paciente experimenta una elevación del estado de ánimo que puede llegar a un sentimiento de euforia, con aumento en la autoestima y sentimientos de grandiosidad, gran optimismo que lo pueden llevar a errores financieros por afectación de la capacidad de juicio. Sus pensamientos están acelerados, frecuentemente con fuga de ideas (no alcanzan a terminar una idea que comienzan con otra).
Los pacientes con trastorno bipolar usualmente están muy activos física, social o sexualmente, con poca necesidad de sueño, con sensación de mucha energía. Durante esta etapa el paciente esta más conversador y se percibe cierta presión en su discurso. Puede involucrarse en actividades placenteras o temerarias que tienen alto riesgo de consecuencias negativas (compras indulgentes, despilfarro de dinero, indiscreciones sexuales).
Este periodo de ánimo persistentemente elevado, expansivo o irritable debe tener una duración de al menos una semana y no puede deberse a abuso de substancias. Los estados hipomaníacos y ciclotímicos presentan sintomatología similar pero de menor intensidad respectivamente.
Dada la severidad del trastorno y las consecuencias potenciales para el enfermo y su familia, muchos casos requieren hospitalización para un tratamiento apropiado.
Consulte a su médico.