Actualmente los jóvenes y adolescentes han sido las principales víctimas de esta difícil realidad. Por eso es importante que los padres de familia eduquen a sus hijos de manera que aprendan a decirle "no" al consumo de estas sustancias.
Si usted es padre, debe comentarles a sus hijos que el consumo de drogas provoca:
- Déficit académico.
- Pérdida de coordinación general.
- Temblores y agitación incontrolable.
- Problemas visuales y pobre coordinación de los ojos.
- Alteraciones en el funcionamiento normal del sistema nervioso.
- Disminución de las capacidades de la persona que las consume.
- Trastornos cardiovasculares.
- Trastornos psicológicos como: depresión, ansiedad, psicosis, paranoia y pérdida de autoestima. Trastornos psiquiátricos que, en muchos casos, pueden ser permanentes.
- Trastornos del apetito.
- Gastritis.
- Úlceras.
- Insomnio.
- Fatiga.
- Falta de oxígeno en la sangre.
- Asfixia.
- Enfermedades por cada sustancia en particular como: Hepatitis o Cirrosis.
- Leucemia.
- Síndrome de Muerte Súbita.
Es recomendable que procure estar pendiente de dónde se encuentran sus hijos, de sus actividades y de sus problemas, por más mínimos que parezcan. Además recuerde conversar acerca de las consecuencias físicas, psicológicas y legales del consumo de drogas desde los 7 años, edad en la que los niños empiezan a socializar más.
Comuníquese abiertamente con sus hijos y, si sospecha que alguno consume drogas, acuda a un centro en donde pueda tratarse ambulatoriamente.