Algunos de los síntomas son:
- Apatía,
- Sedación,
- Desinhibición,
- Enlentecimiento psicomotor,
- Deterioro de la atención,
- Juicio alterado,
- Interferencia en el funcionamiento personal,
- Somnolencia,
- Habla farfullante,
- Contracción pupilar o dilatación de las pupilas.
- Nivel de conciencia disminuido como estupor y coma.
Además, si la intoxicación es grave puede causar baja tensión arterial (hipotensión), descenso involuntario de la temperatura corporal (hipotermia) y depresión respiratoria que hace que el oxígeno no llegue al cerebro (hipoxia).
Si alguien que vive con usted presenta estos síntomas, trasládelo inmediatamente a una casa de salud cercana para que un equipo médico profesional pueda brindarle la atención especializada que necesita.