La abstinencia de los opiáceos puede ocurrir en cualquier momento en que se interrumpa o se reduzca cualquier consumo crónico.
El síndrome de abstinencia puede aparecer con tres de los siguientes síntomas:
- Ansiedad y deseo imperioso de drogas opioides.
- Emisión abundante de líquido por la nariz (rinorrea).
- Estornudos.
- Lagrimeo.
- Dolores musculares.
- Calambres abdominales.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Dilatación pupilar.
- Piel erizada (piloerección).
- Escalofríos.
- Taquicardia.
- Tensión arterial alta (hipertensión).
- Bostezos constantes.
- Sueño sin descanso.
Los síntomas provocan un malestar significativo en el consumidor que termina deteriorando su vida y relaciones sociales, laborales o de otras áreas importantes, por eso se recomienda que la persona afectada acuda a un centro autorizado para que especialistas traten sus adicciones.